¿Qué es Lucky Love?

Lucky Love es un Fan Fiction hecho por Daniel Santos Delgado, basado en la exitosa serie japonesa Lucky Star. En Lucky hay contenido Yuri, de modo que a quienes no les gustan ese tipo de contenido, que abandonen esta página de inmediato. ¡Que lo disfruten!

Capítulo 32: La sorpresa

Han pasado unos dos días desde los acontecimientos del anterior capítulo.



Eran las 11 de la mañana. Minami estaba reposada en su cama. Estaba vestida y ya se había levantado antes, sí. Simplemente estaba meditando y pensando.

Luego, Minami cogió el teléfono y llamó al teléfono móvil de Yutaka.

“¿Diga?” La voz de Yutaka se escuchó.
“Hola, Yutaka; soy yo, Minami.” Respondió Minami.
“¡Ah, hola, Minami-chan! ¿Qué tal?”
“Pues bien, ¿y tú?”
“Todo me va fantástico, ¡gracias!”
“Oye, ¿podríamos vernos en el parque ahora mismo?”
“¿Ahora?”
“Sí, es que hay algo que quiero darte...”
“¡De acuerdo, ahora mismo nos vemos en el parque! ¡Hasta ahora!”
“Hasta luego.”

Minami colgó su teléfono móvil, se arregló un poco (estaba antes arreglada, pero quería asegurarse) y se dirigió a la puerta de casa para salir.

“Voy a salir un momento, ¿vale mamá?”
“Vale, hija; ¡hasta luego!”

Minami salió de casa, y una vez en el patio, vio a Cherry, su ‘gran’ perrita, estaba intentando dormir, aunque no del todo. Minami se detuvo frente a Cherry y le acarició la cabeza suavemente.

“Deséame suerte, Cherry, la necesitaré más que nunca...” Minami le dijo.

Minami dejó de acariciar a la perrita y concentró su ruta en el parque donde habían quedado ella y Yutaka.

Un par de minutos después, llegó al parque, vio que no había llegado Yutaka; Minami pensó que era normal, ya que Yutaka vivía un poco más lejos que Minami. Decidió esperar de pie.

Un minuto más tarde, vio a Yutaka aproximarse a Minami. Se saludaron de lejos, y en cuanto estaban lo suficientemente cerca para entablar conversación, empezaron a hablar:

“Perdona, Minami-chan...” Yutaka se disculpó “Estaba todavía en pijama y me estaba cambiando...”
“No te disculpes, Yutaka, todos cometemos errores.” Minami respondió.
“Bueno, Minami-chan, ¿Qué querías darme?” Yutaka preguntó con curiosidad.
“Yutaka... ¿Te acuerdas cuando nos conocimos?”
“¡Sí, claro!” Yutaka respondió contenta de volver a recordar aquel momento.
“Quiero que sepas... Que en el momento que nos conocimos... Cuando te di el pañuelo y te fuiste... No tenía esperanzas de encontrarme contigo de nuevo.”
“¿Minami-chan...?”
“Pero... Cuando nos encontrábamos por segunda vez, noté algo en mi corazón que jamás había sentido por alguien...”
“Minami-chan...” Yutaka empezó a ruborizarse.

Minami le cogió las manos a Yutaka.

“Pensaba en ocultarlo para siempre, pero fui muy cobarde y tímida pensar que jamás llegaría este momento...” Minami seguía diciendo.
“¿Qué momento...?”
“Yutaka... Eres la persona que más me ha iluminado mi vida...”
“Ah... Gracias...” Yutaka se ruborizó todavía más.
“Yutaka... No quiero perderte... Ni como amiga... Ni como algo más...” Minami empezó a abrazar a Yutaka con fuerza (aunque sin pasarse).

Yutaka permaneció en silencio, y le devolvió el abrazo a Minami, con menos fuerza, claro.

“Sin ti, estaría perdida... Mi vida no tendría significado... Sin ti...” Minami dijo.
“Minami-chan...” Yutaka respondió.

Sin dejar el abrazo, Minami le miró a los ojos de Yutaka y no dudó en decir las siguientes palabras que recordó en el sueño que tuvo en el tren de ida a Kamakura:

“Te quiero, Yutaka. Eres mi mejor amiga.”

Yutaka sonrió, aunque ruborizándose mucho, claro.

“Yo también te quiero, Minami-chan... Eres la mejor amiga que he tenido en mi vida.”
“Yutaka... Yo...” Minami dijo “¿Quieres ser mi novia?”

La pregunta dejó a Yutaka en silencio, sin mostrar ningún cambio gestual brusco, como quedarse boquiabierta, asustarse o lo que sea. Después, empezaron a caerse unos pétalos de color rosa alrededor del parque, pero la mayoría planearon lentamente alrededor de Minami y Yutaka. Quizá los pétalos dieron un aire dramático a ellas, quizá eso influyó en la decisión de Yutaka, quizá era una clásica acción de la naturaleza cuando está a punto de finalizar el verano...

Minami no apartaba la vista de Yutaka, esperaba una respuesta de forma paciente, aunque pasó mucho tiempo esperando ese momento desde que tuvo ese mismo sueño...

Ese mismo sueño...

Después de 30 segundos de espera silenciosa, Yutaka sonreía y abrazaba a Minami.

“Sí, Minami-chan. Te quiero.” Yutaka respondió finalmente.
Minami también sonreía y le devolvía el abrazo a Yutaka, “Yo también te quiero, Yutaka.”

Minami empezaba a llorar, pero eran lágrimas de alegría.

“¿Qué pasa, Minami-chan?” Yutaka preguntó.
“He estado tanto tiempo esperando este momento... Tanto que parecía eterno...” Minami respondió.
“Tranquila, Minami-chan, aquí me tienes, abrazándome incluso.”
“Yutaka...”
“Minami-chan...”

Las caras de las dos chicas empezaban a acercarse poco a poco, ambas sabían lo que esperaban; cerraron los ojos poco a poco y cuando tenían acercadas sus caras en milímetros...

...dieron su primer beso.



Nos situamos en casa de los Izumi, eran casi las 12 del mediodía. En la habitación de Konata estaban dos chicas: la misma Konata y Kagami... pero ellas estaban en plan cosplay matrimonial. Konata llevaba el típico vestido de traje de novia de boda, mientras que Kagami llevaba el traje de novio de boda y llevaba una coleta detrás para parecer más masculina.

“Así que se te ha antojado el traje de bodas masculino, ¿eh, Kagamin?” Konata dijo.
“Sí, pero aún así no sé por qué tenemos que hacer esto...” Kagami dijo, algo frustrada.
“¡Hoy es el día en que lo haremos oficial, Kagamin! Hasta ahora sólo hemos estado en pareja, pero en secreto.”
“¿¿Y por eso tenemos que tenemos que vestirnos como si fuéramos una pareja en una boda??”
“Venga, Kagamin, va a ser divertido, además. ¡Confiesa que tú también quieres tener esta clase de momento!”

Kagami enseguida se ruborizó, y luego dio un suspiro.

“Vale... Lo admito. Quiero que este momento sea especial, en cualquier aspecto.” Kagami dijo.
“¿Qué te dije? ¡Al final va a ser divertido!” Konata respondió.
“Vale, vale... ¿Podemos empezar?”
“¡Sí, claro!”
“¡Ah! Una cosa: ¿no se escandalizará tu padre cuando iremos abajo?”
“Tranquila, mi padre todavía no ha vuelto de su viaje por trabajo.”

Konata cogió el teléfono móvil y marcó unos cuantos contactos para llamar.



Ha pasado media hora; enfrente de la casa de Konata y Yutaka estaban 8 chicas esperando: Tsukasa, Miyuki, Yutaka, Minami, Patricia, Hiyori, Ayano, y Misao.

“Yutaka, tú que vives por aquí,” Patricia dijo “¿no te mencionó algo Konata para hacernos venir aquí?”
“Pues no, que yo recuerde...” Yutaka respondió.
“A ver si me aclaro, ¿Konata nos llamó a todas y a cada una de nosotras y nos pidió venir aquí?” Hiyori preguntó.
“Exacto. Lo que me parece raro es que Kagami no esté por aquí...” Patricia dijo.

Me parece que ya sé lo que va a pasar, Yuki-chan.” Tsukasa le susurró a Miyuki.
Sí, a mí también me parece.” Miyuki le susurró a Tsukasa.

“Ya están todas, Kagamin...” Konata avisó a Kagami mientras vigilaba por la ventana a través de las cortinas.
“De acuerdo. Estoy preparada.” Kagami dijo, un poco nerviosa.
“¿Estás segura?”
“Venga, va. Cuando quieras.”

“¡Llevamos esperando un minuto y no ha pasado nada todavía! ¿Llamamos al timbre?” Misao propuso.
“No es mala idea, pero...” Ayano dijo.

La respuesta de Ayano fue interrumpida por un movimiento de la puerta principal de la casa...

Salieron Kagami y Konata cogiditas de la mano, caminando lentamente, y de sus rostros un hubo más que sonrisas. Eso es lo que vieron el resto de las chicas que estaban delante de la casa esperándolas.

“¡¡Ya estamos prometidas!!” Konata exclamó, contenta.
“¡Sí, somos una pareja!” Kagami exclamaba también contenta, aunque muy ruborizada.

Las reacciones de las chicas eran muy diferentes y variadas.

“¡Anda! ¡Como Minami y yo!” Yutaka exclamó.
“¿A qué te refieres con ‘como Minami y yo’?” Patricia preguntó.
“Yutaka y yo somos pareja también.” Minami respondió.
“¡Y Yuki-chan y yo!” Tsukasa dijo.
“¡Qué casualidad! ¡Como Ayano y yo!” Misao exclamó.
“¡También Hiyori y yo!” Patricia exclamó tambiñen.

“Espera un segundo... ¿Qué está pasando?” Kagami preguntó, desconcertada.
“Lo sabía, era predecible...” Konata dijo.
“¿A qué te refieres, Konata?”
“El viaje a Kamakura ha sido una expedición al mundo del amor, Kagamin.”
“¿Qué??”
“Luego te lo explico, Kagamin.”

Kagami y Konata se acercaron al grupo de las chicas para aclarar el asunto.

“¿Alguien me puede explicar qué está pasando?” Kagami preguntó.
“Eh, bueno, eso me gustaría saber...” Yutaka respondió.
“Que por lo visto no sois las únicas parejas Yuri en este grupillo.” Patricia respondió “De hecho, todas somos pareja de su respectiva compañera de habitación en el hotel ése.”
“Un segundo... ¿Pretendes decir que en sólo un par de meses, cada una de nosotras se ha echado novia de su propia compañera de habitación?” Kagami dedujo.
“Eso parece.” Patricia respondió.

Después de un silencio incómodo, Kagami arqueó una sonrisa y comenzó a reírse de forma descontrolada; le siguieron la risa Konata, Patricia hasta que todas, por alguna razón, empezaron a reírse como locas.

“¡Esta es la historia más insólita que he vivido, chicas; en serio!” Kagami exclamaba mientras se estaba riendo.
“¡Ya lo creo!” Miyuki respondió riéndose.

Es lo que tiene la magia de la casualidad y la risa contagiosa...

Después del interminable ataque de risa, las chicas se despidieron y cada una se fue a su respectivo hogar.

1 comentario:

  1. Perdón por la larga espera que les hice pasar, en serio.

    Lo que pasa es que esperaba un comentario en el capítulo anterior, para animarme aunque sólo sea un poco.

    Ahora atentos/as: quedan dos capítulos. El último capítulo, y el que sigue.

    Y lo mejor de todo: los pondré al mismo tiempo (o casi).

    Paciencia.

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