¿Qué es Lucky Love?

Lucky Love es un Fan Fiction hecho por Daniel Santos Delgado, basado en la exitosa serie japonesa Lucky Star. En Lucky hay contenido Yuri, de modo que a quienes no les gustan ese tipo de contenido, que abandonen esta página de inmediato. ¡Que lo disfruten!

Capítulo 22: Partida doble

Minami y Yutaka estaban en su habitación, cada una en su respectiva cama. Yutaka estaba dormida con los auriculares de su reproductor MP3 encendidos, parecía que estaba escuchando una canción una y otra vez; mientras que Minami estaba jugando (con dificultad) con la DS sin sonido para no despertar a Yutaka cuando se le acabe una canción.

Ay, madre...” Minami pensó en el juego que estaba jugando “Voy a perder de nuevo como siga en este ritmo...

Poco después, cuando terminó la partida, decidió no torturarse con el juego al que estaba jugando, de modo que apagó la consola, la cerró y lo dejó donde estaba: en la mesilla de noche que había al lado de las dos camas.

Minami se acostó boca arriba, aparentemente pensativa pero realmente no estaba pensando en nada. Tenía la mente en blanco...

...hasta que se giró hacia donde estaba Yutaka. Ella estaba dormida, y escuchando música a la vez, eso último dedujo Minami porque a pesar de que Yutaka llevaba auriculares, se podía apreciar la música sin los auriculares... aunque con menos volumen, por supuesto.

Me pregunto qué estará escuchando Yutaka...” Minami se levantó de la cama y se acercó a ella arrodillándose en el suelo al lado de la cama, agudizó la vista en la pantalla del reproductor MP3 para ver qué canción escuchaba Yutaka. Estaba escuchando ‘Nocturne’, de intérprete ‘Eufonius’. “Vaya, me gustaría escucharla...” Minami pensó.

Minami, con mucho cuidado, quitó uno de los auriculares de Yutaka y se lo puso en uno de sus oídos. Empezó a escuchar la magistral música, cómo sonaban las melódicas notas de piano, de cómo se escuchaba la dulce y tranquila voz de la cantante... Era una canción perfecta.

Dios mío...” Minami pensó “Es hermosa...

Tras escuchar durante 15 minutos la canción -repetida una y otra vez-, Minami, sin ser consciente, se durmió arrodillada junto a Yutaka...



Ayano y Misao seguían caminando; iban por el paseo marítimo de la playa de Kamakura para ver si podían alegrarse esas caras, pero aún seguían tristes y calladas, y para rematar hacía un tiempo nublado... Por lo visto, estaban preocupadas por Kagami.

Finalmente una de ellas decidió entablar conversación:

“Bueno, estamos en una cita, ¡no podemos hacer que esto se desmorone!” Misao dijo.
“Sí, bueno...” Ayano dijo “Pero es que hemos estado juntas en clase con Kagami que... Bueno, no sé cómo decirlo...”
“¿Cómo si Kagami fuera parte de nosotras o algo así?”
“Sí, más o menos eso.”
“Ya...”

Misao, de pronto, agudizó la vista hasta ver una cafetería a unos pocos metros de distancia. Pensó que sería el lugar ideal para ir a tomar algo, ya que las dos estaban paralizadas por lo de Kagami y por el mal tiempo que hacía.

“¡Eh, Ayano!” Misao dijo “¿Por qué no vamos a esa cafetería para tomar algo?”
Ayano se puso pensativa, hasta que respondió: “Venga, vale. Por romper la monotonía de nuestra cita...”
“¡Genial!”

Fue entonces cuando Misao le cogió del brazo a Ayano, como si fueran amigas íntimas o familiares, y se dirigieron hacia la cafetería que mencionó Misao.



Hiyori y Patricia estaban en otra tienda de moda, que resultaba ser de especialidad femenina. Hiyori propuso con Patricia ir allí porque le resultaba más conveniente una tienda femenina que una estándar. Estaban revisando la sección de bañadores y bikinis, e Hiyori estaba buscando concienzudamente un bikini en concreto. No obstante, Patricia estaba simplemente paseándose por la tienda, más que nada porque el mundo de la moda no le interesaba mucho... o eso parecía.

En un momento dado, Hiyori cogió un bikini negro de un catálogo de muestra y se lo enseñó a Patricia seguidamente.

“¿Qué te parece esto, Patti-chan?” Hiyori preguntó “¿Te lo quieres probar?”
Patricia contestó un tanto indiferente “Pues, francamente no.”
“Venga ya, pruébatelo, porfa.”
“¿Puedes dejar este bikini en su sitio?” Patricia pidió “Y de paso salgamos de la tienda y damos una vuelta por ahí.”

Aquello último dejó semi-paralizado a Hiyori, pero pensó que no tuvo más remedio que obedecer. Estaba atosigando a Patricia y seguro que por eso no tenía ganas de probarse un bañador o bikini nuevo. Hiyori dejó el bikini donde estaba antes y las dos salieron de la tienda. Comenzaron a dar un paseo.

“Qué tiempo más malo hace...” Patricia comentó el nublado entorno del cielo que vio.
“Sí...” Hiyori contestó, algo preocupada.
“Oye, lo siento, Hiyori-chan. Sabía lo mucho que te ilusionaba verme con un nuevo bañador -aunque no sepa por qué-, pero en este momento me conformo con mi bikini habitual.”
“Bueno... Es que... Bueno, no sé cómo decírtelo...” Hiyori empezó a ponerse un poco nerviosa.
“Dímelo, ya está.”

Hiyori dio un par de suspiros largos y profundos, hasta que le susurró lo siguiente:

“Es que me hubiese gustado que fuéramos juntas a un probador y verte desnuda y cambiándote...”

Hiyori se ruborizó por completo justo después de pronunciar la frase. Y para rematar, no pensó ni en ningún momento cuál sería la reacción de Patricia, la cual puede ser impredecible.

Patricia, de repente, arqueó una leve sonrisa y después se echó a reír.

“¡Jeje...! Hiyori-chan...” Patricia dijo después de reírse un rato “Eres tan tonta que pondrías sellos a un fax...”
“¡¿Ehh??!” Hiyori se sobresaltó “¿Qué pasa con eso???”
“Esto te lo digo para futuras referencias: si vas a hacer un doujin Yuri y realista a la vez, procura no precipitarte, por lo que más quieras.”
“¿Qué quieres decir con eso, Patti-chan?”
“Quiero decir que cada vez que se te ocurre una idea para el doujin -y sobretodo comprometida- no vayas a aplicarlo en la vida real, porque existen grandes posibilidades de que pierda el realismo con el doujin... y tu reputación en el comiket.”

Hiyori empezó a comprender lo que le acabó de decir Patricia, y es verdad lo que le dijo; cuando te cae una idea del cielo, es arriesgado ponerlo en práctica si lo vas a hacer en la vida real. Podría pasar cualquier cosa, y muy gorda además.

“Sí... Ahora lo entiendo todo...” Hiyori dijo “Gracias por el consejo, Patti-chan.”
“No es nada.” Patricia respondió “Ahora vámonos a casa, que...”
“¡La leche!!” Hiyori le interrumpió a Patricia y se agachó con ella a esconderse detrás de un coche que había cerca.
“¿Qué pasa??” Patricia estaba desconcertada.
“¡Shh!” Hiyori le puso el dedo en la boca de Patricia para aclarar que había que estar en silencio y le susurró “No te vas a creer a quién he visto cerca...”
“¿A quién?”
“¡A Misao y a Ayano!”



“¿No escuchaste una voz familiar, Misao-san?” Ayano miró alrededor.
“Sí, lo escuché, pero no veo de dónde provino...” Misao respondió.

Ayano y Misao podrían haber visto a Patricia y a Hiyori en su momento, pero no podían porque, claro está, éstas estaban escondidas detrás de un coche.

...y antes de que a alguien se le pase por la cabeza cierta paradoja: Ayano y Misao ya habían terminado de tomar algo en una cafetería. Después de eso, seguían con el paseo.

“Bueno, dejémoslo estar, y prosigamos este paseo.” Misao sugirió.
“Sí, de acuerdo.” Ayano respondió.

La pareja, muchos minutos después (y sin saber que Hiyori y Patricia estaban tras ellas), se aproximó a un parque típico con árboles, columpios, ‘carruseles’... Vamos, que era el típico lugar donde los niños y las parejas de enamorados pasaban el rato; excepto por el hecho de que era un parque solitario: sólo estaban Misao y Ayano (y Patricia e Hiyori a escondidas).

Pero de pronto, y nada más llegar, las nubes se hacían muy gruesas y juntas entre sí, y todo eso conducía a un simple hecho evidente: empezaba a llover. Y en mayor cantidad.

“¡Ay, llueve!” Misao exclamó.
“¡Vamos hacia aquél gran árbol, nos cubrirá de la lluvia!” Ayano exclamó y ambas se dirigían hacia el gran árbol que estaba en mitad del parque.



“¡Está lloviendo, Hiyori; vámonos a casa!” Patricia exclamó, aunque con el volumen suficiente para que Ayano y Misao no le escuchasen.
“¡Venga ya, esto es un momento Yuri, tengo que tomar nota!” Hiyori respondió.
“No pensé que lo diría, pero... Vámonos, y ya.” Patricia empezó a coger de la mano a Hiyori para ir al hotel.
“¡Vamos, sólo un minutito más!” Hiyori intentó resistirse, pero no tuvo éxito.

Y así, Patricia e Hiyori abandonaron el parque y dejaron a solas a Misao y a Ayano...



“Oye, Ayano...” Misao dijo.
“¿Sí, Misao-san?” Ayano respondió.
“¿Podrías quitarte la vincha...?” Misao preguntó, aunque un poco tímida “Sólo... para verte como la primera vez que nos vimos...”

Ayano no respondió. Sólo se limitó a sonreír y se quitó la vincha. En el ‘look’ Ayano quedaba tapada su mitad derecha de su cara por el pelo que antes estaba arriba gracias a su vincha.

“Ayano...”
“¿Sí, Misao-san?”
“No sé si soy la adecuada para decirte esto, pero... Eres mi mejor amiga.”
“Lo fuimos, Misao-san, y lo seremos.”

Ayano y Misao se abrazaron románticamente una a la otra. Estaba por escribir un hecho muy importante en la historia de esas dos chicas.

“Te amo, Ayano...”
“Yo también te amo, Misao-san...”

Y en el entorno solitario, la lluvia se hizo más intensa, aunque gracias al árbol enorme no hizo nada a Ayano y a Misao, pero eso no era lo que importa...

...lo que importa era el primer beso entre Ayano y Misao.

4 comentarios:

  1. ¿Qué os ha parecido? =) La última parte me ayudó a inspirarme la canción de "Usted no sabe", de Alexander Pires. Os recomiendo escuchar la canción, especialmente los románticos. ^^

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  2. Al fin, la espera me estava matando grácias por el nuevo capítulo.

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  3. que le paso a konata ?? D:

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  4. @Anónimo: Mírate el capítulo 21 y lo sabrás. Aunque si no has empezado todavía a leer el Fiction desde cero, te recomiendo leer desde el capítulo 1.

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