¿Qué es Lucky Love?

Lucky Love es un Fan Fiction hecho por Daniel Santos Delgado, basado en la exitosa serie japonesa Lucky Star. En Lucky hay contenido Yuri, de modo que a quienes no les gustan ese tipo de contenido, que abandonen esta página de inmediato. ¡Que lo disfruten!

Capítulo 3: Los preparativos

“¡¡RIIIIIIIIINGGGGG!!”
“¡¿Pero qué demonios?!”

Kagami se despertó de un salto debido a ese sobresalto. El ruido provino de la habitación de Tsukasa, así que Kagami se dirigió allí de forma inmediata, abrió la puerta y entró en ella.

“¡Tsukasa! ¿Estás bien?” Kagami preguntó algo alterada.
“Sí, estoy bien.” Tsukasa respondió.
“¿Y ese ruido?”
“Bueno... Como dijiste que había que hacer las maletas para el viaje de mañana, pensé en poner la alarma a las 7 y media de la mañana en mi despertador nuevo, en mi despertador viejo y la alarma de mi móvil, y eso hice.”
“Pues has despertado a toda la familia, hija.” Respondió una de las hermanas mayores.

Kagami se dio la vuelta. Efectivamente, ha despertado a la familia entera; ésta estaba reunida en la habitación de Tsukasa.

“Bueno... ¿Qué tal si nos vamos a desayunar, para reponer fuerzas para hacer las maletas?” Kagami sugirió.
“Claro, claro...” Tsukasa respondió, algo avergonzada de lo que ha pasado.



Yutaka abrió los ojos lentamente, de forma que queden mirando hacia la ventana de su habitación.

“¿Mmm...?” Yutaka trató de incorporarse “¿Qué hora será...?”

Yutaka deslizó su mano lentamente hacia su reloj-despertador para ver la hora que era, lo cogió y lo acercó a su cara porque no podía leer bien recién despierta.

“Las 8 en punto... ¡Oh!” Yutaka se levantó de un salto al acordarse de algo “¡El viaje! ¡Tengo que preparar las maletas! Avisaré a Kona-chan.”

Yutaka se calzó las zapatillas y se dirigió a la habitación de Konata; toca dos veces la puerta como muestra de pedir permiso para entrar.

“¡Sí, se puede!” Respondió una voz familiar a través de la puerta.

Yutaka abrió la puerta y se encontró con Konata en el ordenador. Por lo visto su cama estaba bien ordenada.

“¡Oh! ¿Ya estás levantada?” Yutaka preguntó, sorprendida.
“Naaah... Estaba viciándome en el MMORPG durante toda la noche, mis amigos se ofrecieron a unirse a mí para luchar contra monstruos como despedida, ya que les conté lo del viaje.” Respondió Konata “Ahora me voy a echar un descansito...”
“Ehhh... Vale...” Yutaka dijo, muy desconcertada “Yo me iré a desayunar, ¿vale? ¡Oh!” Yutaka se acordó de algo y preguntó “¿Tienes las maletas hechas?”
“Naah, lo haré esta tarde, voy a descansar un poco.”
“Muy bien, que descanses, Kona-chan.” Y Yutaka salió de la habitación de Konata.



“Buenos días, Yutaka.” Habla Minami a través del teléfono de su casa.
“¿Eeehhh? ¿Cómo sabes que soy yo?” Yutaka preguntó, algo sorprendida.
“He memorizado tu número en mi teléfono, que es muy moderno, y puse tu nombre.” Minami explicó.
“Ahhh... ¡Yo quiero uno de esos!”
“Ya lo tendrás algún día, Yutaka. Por cierto, ¿hiciste las maletas?”
“Esto... Te lo iba a preguntar, pero no los hice todavía...”
“Vaya, pues yo hice mis maletas nada más llegar a casa.”
“¡Sorprendente, Iwasaki-san! ¡Eres muy activa y muy guay!”
“¿De verdad...?”
“¡Claro que sí...! Oh, me tengo que ir a almorzar, ¡hasta luego, Iwasaki-san!”
“Hasta luego, Yutaka...”

Minami colgó el teléfono, se tocó los “diminutos” pechos que tenía y pensaba “Activa puede, pero guay... lo dudo mucho...”



Mientras, en casa de la familia Takara, terminaban de comer Miyuki y su madre Yukari.
                                                                                                              
“¿Sabes, hija?” prosiguió Yukari “Es genial de que tengáis que realizar este viaje sin compañía de un adulto. Así aprenderéis a ser responsables para vuestro futuro.”
“Por supuesto, mamá.” Miyuki dijo “Además, podría aprender cosas nuevas allí, y hacer nuevas amistades cercanas.”
“¿Y no hay ningún chico especial para ti?”
“¿Ehh...?” Se ruborizó Miyuki al escuchar esa pregunta “Bueno... No conozco a muchos chicos que estén interesados en mí, para ser sincera...”
“¿Por qué, hija?”
“Porque...” Intentó responder Miyuki “Bueno, me da vergüenza admitirlo: en realidad no conozco la respuesta...”
“¡Ja, ja!” Se rió Yukari “¡Algún día lo descubrirás, estoy segura!”
“Algún día, espero...” Afirmó Miyuki.



Kagami estaba en su habitación, frente a su maleta ya hecha.

“Bueno, creo que tengo todo lo necesario para partir hacia la playa de Kamakura.” Se dijo a sí misma “Ropa, cuaderno y lápices, mi móvil y su cargador de batería, dinero, aperitivos y los tickets de viaje y hotel... Sí, lo tengo todo.”

Tsukasa entró a la habitación de Kagami, con cara que cualquiera diría que hubiera visto un fantasma.

“Onee-chan...” Tsukasa dijo con tono aterrorizado.
“¿Qué pasa ahora, Tsukasa?” Kagami preguntó curiosa.
“¡¡He perdido los tickets!!” Tsukasa exclamó llorando.
“¡¿Qué?!” Kagami se sobresaltó.
“¡¡Lo he guardado en mi escritorio y ya no está!!” Tsukasa lloriqueó.
“Vamos a buscarlo, pues...” Kagami dijo, esta vez tranquila, sabiendo que al final encontrarían los tickets de Tsukasa.

Las hermanas se dirigían a la habitación de Tsukasa, y cuando entraron, Kagami quedó paralizada al ver que todo su cuarto estaba desordenado y su maleta medio vacía.

“Tsukasa... Todavía no has hecho tu maleta, ¿verdad?” Kagami preguntó.
“Es que tenía demasiadas cosas y me cuesta decidir...” Tsukasa respondió.
“Bueno, vamos a buscarlo. Cuanto lo encontremos, pon en tu maleta todo lo que sea necesario, ¿vale?”
“Vale.” Respondió Tsukasa algo avergonzada de lo sucedido. Y justo después empezaron a buscar los tickets en distintos sitios de la habitación.

Kagami empezó por el escritorio, por la superficie no había nada, así que decidió buscar entre los cajones; en cada uno de esos cajones, había demasiadas cosas como para poder imaginarse cómo era capaz Tsukasa de guardar tantas cosas en los cajones.

Kagami extendió su brazo por el primer cajón, para ver si hay algo destacable en el fondo del cajón; notó algo, dejó salir su brazo con ese ‘algo’ hasta que...

“Tsukasa... ¿No será esto lo que buscabas?” Preguntó Kagami, sosteniendo los tickets que estaban buscando.
Tsukasa miró fijamente los tickets con los ojos como platos. Kagami le dio los tickets a Tsukasa en la mano. Tsukasa no tenía palabras para definir este momento.

“Asegúrate de dejarlas en un lugar visible, Tsukasa.” Kagami dijo mientras salía de la habitación de su hermana “Y ponte a hacer esa maleta.”
“S-Sí...” Tsukasa respondió apenas.



Yutaka estaba terminando de hacer su maleta en su habitación; ya estaba anocheciendo.

“...y por último, ¿una bolsa de golosinas?” Yutaka cogía una bolsita de caramelos “¡Seguro que a Iwasaki-san le encantarán!” Y metía toda ilusionada la bolsa en su maleta. Ya había terminado.

“Buuufff... A ver qué tal le irá a Kona-chan...” Yutaka salió de su habitación para ir al de su prima Konata; se dirigió y entró en ella. “¡Hola, Kona-chan!” Saludó Yutaka a Konata, quien en ese momento estaba jugando en pijama a un videojuego de la Wii.
“Bueenas.” Konata saludó.
Yutaka vio que la maleta de Konata estaba hecha. “¡Eh, ya estás preparada para el viaje, genial!” Yutaka dijo.
“Sí, claro. ¿Y tú?”
“Sí. De hecho acabo de terminar.”
“Mmmm... Me pregunto qué llevaría Kagami-sama...” Se dijo Konata, con una sonrisa maléfica.
“¿Ehh?”
“Ah, nada, cosas mías. No es nada.”

De repente Yutaka dio un bostezo muy grande, de manera que Konata también bostezó, pero de forma accidentada.

“Mmm... Creo que ya va siendo hora de irse a la cama... Buenas noches, Kona-chan...” Yutaka salió de la habitación de Konata para ir a la suya propia.
“Buenas noches, prima.” Konata dijo.

Dicho y hecho, apagó la Wii, la luz de su habitación y se metió en la cama. Después miró a la ventana durante un tiempo, luego empezó a reírse de forma disimulada.

“Je, je, je... Qué sorpresas nos esperarán a todas...” Konata pensó, hasta que la luz de la luna que hizo brillar sus ojos le hundieron a ella en un sueño profundo...

1 comentario:

  1. Adoro tu fic *w* KonataxKagami es mi pareja favorita *uu*

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